Geldy Kyarizov, que estuvo encarcelado tras caer en desgracia ante las autoridades de Turkmenistán, sigue teniendo un estado de salud muy precario. Necesita atención médica urgente especializada, pero las fuerzas de seguridad de Turkmenistán le mantienen a él y a su familia bajo vigilancia permanente y se les ha negado la autorización para viajar.