El 6 de diciembre, después de de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) que se celebró en Bakú, Azerbaiyán, las autoridades azerbaiyanas detuvieron a siete periodistas y trabajadores y trabajadoras de medios de comunicación por cargos falsos de “contrabando”, que pueden ser sancionados con penas de entre cinco y ocho años de prisión. Su detención arbitraria y enjuiciamiento es una represalia por su labor periodística y forma parte de la represión del gobierno contra las voces críticas, que se intensificó hace un año.