El activista azerbaiyano Bayram Mammadov fue detenido el 30 de marzo y condenado a 30 días de detención administrativa por desobedecer órdenes policiales legítimas. Amnistía Internacional considera que los cargos son falsos. El 2 de abril, durante la vista de apelación en la que se confirmó el fallo, Bayram Mammadov alegó que había sufrido malos tratos mientras estaba detenido.