La familia de Emir-Usein Kuku, tártaro de Crimea y defensor de los derechos humanos, sufre amenazas y hostigamiento con objeto de intimidarlo. Tras su detención, su hijo fue amenazado por un hombre que afirmó que trabajaba para el servicio de seguridad ruso. Las autoridades de facto en Crimea han acusado a Emir-Usein Kuku de no proteger a su hijo y han abierto una investigación que podría dar lugar a la pérdida de su custodia.