El 29 de diciembre comenzó el juicio de Mikhail Iosilevich en la ciudad de Nizhnii Novgorod, en el centro de Rusia. Se le acusa arbitrariamente de colaborar con una organización “indeseable”, de amenazar a un “testigo” del caso y de no informar a las autoridades de su segunda nacionalidad. Mikhail Iosilevich está siendo objeto de persecución por haber ejercido pacíficamente sus derechos a la libertad de expresión y de asociación. Deben retirarse los cargos contra él y debe poder continuar con su activismo pacífico sin temor a ser perseguido.