Amnistía Internacional y otras nueve organizaciones de derechos humanos ven con preocupación un nuevo proyecto de ley presentado al Parlamento ruso que haría extensiva la condición de “agente extranjero” a personas individuales, como blogueros y periodistas independientes. Esta iniciativa legislativa repercutirá negativamente en el ya restrictivo entorno del periodismo independiente en Rusia, y debe ser retirada.