Amnistía Internacional condena la prohibición sin fundamento y arbitraria por sexto año consecutivo del Orgullo de Estambul en una clara violación de los derechos a la libertad de reunión pacífica y de expresión, así como el uso de fuerza innecesaria y excesiva contra quienes participaban en el Orgullo el sábado 26 de junio en el distrito central de Beyoğlu. Las denuncias de tortura y otros malos tratos deben ser investigadas con prontitud, independencia e imparcialidad, y los funcionarios del Estado que sean hallados responsables deben responder ante la justicia en juicios justos.