Cuatro hombres acusados de participar en el homicidio de dos agentes de policía el 21 de julio han denunciado que han sido golpeados reiteradamente bajo custodia en dependencias policiales y penitenciarias, la última vez el 19 de agosto, y que se les ha negado el acceso a tratamiento médico para sus lesiones. Se encuentran detenidos en espera de juicio en Adana, sur de Turquía, y siguen corriendo peligro de sufrir nuevos malos tratos.