El 10 de junio, un hombre y una mujer activistas polacos fueron acusados de “hurto y robo” en relación con unos carteles en los que se acusaba al gobierno de manipular las estadísticas sobre la COVID-19. Si son declarados culpables, podrían ser condenados a cumplir hasta 10 años de cárcel. Los cargos son infundados y parecen haber sido concebidos para castigar a quienes critican libremente a las autoridades. Las autoridades polacas deben retirar los cargos penales contra ambos activistas y cerrar la investigación.