Cientos de personas romaníes que vivían en el asentamiento de Gianturco fueron desalojadas forzosamente el 7 de abril. Decenas de familias ya habían dejado el asentamiento debido a un aumento de controles policiales y hostigamiento y se teme que muchas estén sin hogar. Las 200 personas que permanecían en el asentamiento el 7 de abril fueron trasladadas a viviendas alternativas inadecuadas o se han quedado sin hogar y vulnerables a otras violaciones de derechos humanos.