Noori, refugiado sirio de 21 años, continúa detenido ilegítimamente en una comisaría de policía de la isla griega de Lesbos. Está privado de libertad desde el 9 de septiembre, a la espera de saber si será devuelto a Turquía en aplicación del acuerdo entre la UE y dicho país. La incertidumbre a la que se ha visto sometido durante meses, junto con las malas condiciones de reclusión, está afectando negativamente a su salud.