Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades griegas que actúen de inmediato para remediar las condiciones deplorables de reclusión de las personas extranjeras privadas de libertad y los presos, que en muchos casos son tan precarias que equivalen a tratos crueles, inhumanos o degradantes. Grecia debe poner fin inmediatamente a la detención habitual de personas extranjeras basada únicamente en su condición de inmigrantes.