Después de que las autoridades tailandesas devolvieran a China a 40 uigures refugiados el 27 de febrero, otros 5 refugiados uigures corren el riesgo de ser igualmente devueltos a China, donde estarían en peligro real de sufrir graves violaciones de los derechos humanos. Estos hombres se desplazaron a Tailandia en 2014 para escapar de la persecución y el gobierno tailandés debe cumplir sus obligaciones y garantizar los derechos de estas personas, incluido el de protección internacional.