El abogado de derechos humanos srilankés Lakshan Dias denuncia que desde el 22 de febrero lo siguen unos hombres sin identificar que lo mantienen bajo vigilancia y le han pedido a su esposa y a sus vecinos información sobre él. Sus compañeros de profesión temen que esté en peligro de ser sometido a desaparición forzada y violencia física.