La policía dispersó violentamente una protesta pacífica de residentes de Ciudad Quezón que se habían concentrado para exigir ayuda del gobierno durante la cuarentena comunitaria por la COVID-19. Fueron arrestadas y detenidas 21 personas participantes en la protesta, que cinco días después quedaron en libertad bajo fianza. Pedimos a la policía que retire todos los cargos contra estas personas, pues o bien son contrarios al derecho internacional de los derechos humanos o conllevan penas que afectarán de forma desproporcionada al grupo. Además, las autoridades deben investigar el uso de la fuerza por parte de la policía para dispersar la protesta.