Cinco activistas de la ciudad de Tacloban (Filipinas) fueron detenidos el 7 de febrero de 2020 por posesión ilegal de armas de fuego y explosivos tras una redada ilegal. Los activistas —cuatro mujeres y un hombre— y otros grupos que llevaron a cabo una misión de investigación sobre la detención denuncian que las fuerzas de seguridad cometieron diversas ilegalidades, incluida la falsificación de pruebas.