Once miembros del principal partido de la oposición de Camboya han sido declarados culpables de cargos falsos de “insurrección”, presentados por motivos políticos, y condenados a entre siete y 20 años de cárcel. El fallo se dictó el 21 de julio, tras procedimientos judiciales que no cumplieron las garantías procesales que establecen las leyes de Camboya y el derecho internacional.