Trece defensoras de los derechos humanos de la comunidad del lago Boeung Kak de Phnom Penh, Camboya, quedaron en libertad el 27 de junio. El Tribunal de Apelación de Camboya suspendió el resto de sus penas de dos años y medio de cárcel, pero mantuvo las sentencias condenatorias. La policía empleó la violencia contra otros miembros de la comunidad que esperaban la decisión en el exterior de los juzgados, causándoles lesiones.