Trece miembros de la secta Aum Shinrikyo están en peligro de ejecución en Japón, tras haber acabado los juicios de otros miembros de esta secta. Los 13 fueron condenados a muerte por llevar a cabo un mortífero atentado con gas sarín en el metro de Tokio en 1995 y otras actividades ilegales, y podrían ser ejecutados en cualquier momento.