No se ha facilitado información oficial sobre los ocho norcoreanos que están detenidos en China desde mediados de marzo de 2017. Si son devueltos a Corea del Norte corren peligro de sufrir detención arbitraria, tortura y otros malos tratos, desaparición forzada y ejecución. Al no tener noticias sobre su salud, sus familiares siguen preocupados por su bienestar.