Chen Jianfang, comprometida defensora de los derechos humanos, lleva recluida en régimen de incomunicación desde el 20 de marzo. La conocida activista encabezó una campaña en 2013 junto con la también activista Cao Shunli, ya fallecida, para exigir que el gobierno permitiera la participación de la sociedad civil en los preparativos de China para su examen periódico universal en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Chen Jianfang, a quien se le ha negado el acceso a sus familiares y a asistencia letrada de su elección, corre grave peligro de sufrir tortura y otros malos tratos.