Desde el regreso de los talibanes a Kabul en agosto de 2021, sus ataques sistemáticos contra los derechos de las mujeres y las niñas, y el uso de la violencia han creado una cultura de miedo y amenazan con borrar totalmente a las mujeres y las niñas de la vida pública en la sociedad afgana. Pese a su promesa inicial de respetar los derechos de las mujeres en el marco islámico, los derechos de las mujeres y las niñas han sido objeto de diversos tipos de ataques fuertemente interconectados al tiempo que han soportado la mayor parte de las consecuencias de la actual crisis económica.