La comunidad de derechos humanos de Afganistán está siendo objeto de ataques cada vez más intensos tanto por parte de las autoridades como de grupos armados, que someten a activistas y defensores y defensoras de los derechos humanos a intimidaciones, hostigamiento, amenazas y violencia. En el marco de la escalada de violencia en el país, el gobierno y la comunidad internacional prácticamente han ignorado a activistas y defensores y defensoras de los derechos humanos.