Las autoridades afganas han asumido el control de las operaciones relacionadas con los detenidos en la base aérea estadounidense de Bagram, al norte de Kabul, de las que antes se ocupaban las fuerzas armadas estadounidenses. Dado el historial de tortura y otras violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad de Afganistán, Amnistía Internacional considera con profunda preocupación la transferencia de los detenidos de Bagram a la custodia afgana.