El 16 de enero de 2025, Carlos Correa, reconocido defensor de los derechos humanos, fue puesto en libertad tras haber sido detenido arbitrariamente el 7 de enero. Durante ocho días se desconocieron su suerte y su paradero. Nunca debería haber sido detenido ni criminalizado por su trabajo, como tampoco deberían haberlo sido otros tres defensores y una defensora que se encuentran detenidos arbitrariamente a causa de su activismo en Venezuela: Javier Tarazona, Rocío San Miguel, Carlos Julio Rojas y Kennedy Tejeda.