Desde su detención arbitraria el 29 de noviembre de 2018, el defensor venezolano de los derechos laborales Rubén González, de 60 años, ha sufrido una serie de crisis de salud, sin recibir nunca atención adecuada. El 19 de enero de 2020, Rubén González empezó a experimentar un grave pico de hipertensión, que pone su vida en peligro a menos que reciba atención médica urgente. González es preso de conciencia y debe ser puesto en libertad de manera inmediata e incondicional.