Jamie Mills fue ejecutado en Alabama el 30 de mayo de 2024. En 2007 había sido declarado culpable del asesinato de una pareja de personas mayores cometido en 2004, y había sido condenado a muerte después de que un jurado votara a favor de la pena de muerte (11-1). Los tribunales denegaron las apelaciones finales, incluida la alegación de que a JoAnn Mills, la testigo principal de la fiscalía, que entonces se enfrentaba a los mismos cargos de asesinato punible con la pena capital que Jamie Mills, se le ofreció un acuerdo para evitar la pena de muerte a cambio de su testimonio.