Estado tóxico revela la manera en que el gobierno peruano ha incumplido su deber de proporcionar atención médica adecuada a las comunidades Indígenas de Cuninico y Espinar, en las regiones amazónica y andina del país, respectivamente. Los estudios han concluido que las únicas fuentes de agua potable de estas comunidades se han contaminado con metales tóxicos nocivos para la salud humana.