Las personas recluidas en al menos cinco de las principales cárceles de Ecuador corren peligro inminente de pasar hambre y problemas de salud debido a que las autoridades penitenciarias han suspendido la provisión de comida y medicamentos desde el 24 de abril. Amnistía Internacional pide al Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI) que restablezca inmediatamente el acceso a comida y medicación y que garantice el derecho a la salud, a la alimentación y a la integridad física de todas las personas privadas de libertad en Ecuador.