Amnistía Internacional considera motivo de preocupación las restricciones legales a las libertades fundamentales, entre ellas la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica. A Amnistía Internacional también le preocupa la persistencia del hostigamiento de defensores y defensoras de los derechos humanos y activistas políticos, algunos de los cuales están encarcelados y son considerados presos de conciencia por Amnistía Internacional. Cuba también utiliza su control sobre el empleo para acallar las críticas al gobierno, y los sindicatos independientes están prohibidos de facto. El derecho a la educación también se ve obstaculizado por el bloqueo de sitios de Internet que lleva a cabo el gobierno.
