El 2 de julio, la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz recibió información confidencial sobre la existencia de un plan para matar a la defensora de los derechos humanos Jani Silva. Al parecer, un grupo armado conocido como “La Mafia” había elaborado el plan en respuesta al programa de sustitución de cultivos que promueve Jani Silva en la región de Putumayo, en el suroeste de Colombia. Según fuentes de organizaciones no gubernamentales, “La Mafia” ha matado a 14 personas en la región desde que comenzó el confinamiento debido a la COVID-19.