En el estado de Paraná, sur de Brasil, la policía militar respondió con el uso excesivo de la fuerza, incluido el uso de gas lacrimógeno y balas de goma, a una protesta celebrada el 29 de abril contra los cambios en la normativa de la seguridad social y la jubilación que afectan a los profesores. Más de 200 manifestantes resultaron heridos, y al menos siete están detenidos.