En agosto y septiembre de 2024 se ha registrado un récord de incendios en Suramérica, con varios millones de hectáreas ardiendo no solo en las selvas tropicales de la cuenca amazónica, sino también en diversos ecosistemas que se extienden por países enteros. Según fuentes de periodistas de investigación que citan datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE), la temporada de incendios forestales ha llegado temprano y más pronunciada que otros años registrados, provocando enormes emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. La región vive una de sus sequías más severas en años según datos de prensa citando instituciones gubernamentales de la región, sumada a la presión provocada por el desmonte de tierras para la expansión de la industria agrícola.