Los activistas juveniles Grâce Tshiunza, Mino Bompomi, Cedric Kalonji y Carbone Beni permanecen arbitrariamente recluidos, sin haber comparecido ante un tribunal desde su detención, el 30 de diciembre de 2017, cuando se encontraban animando a la población para que participara en una protesta pacífica. Las autoridades se han mostrado reticentes a comunicar de qué se los acusa. Se encuentran bajo custodia de la Agencia Nacional de Inteligencia.