El 14 de noviembre de 1999, tras el homicidio de un alto jefe militar ugandés, el ejército de Uganda detuvo a unas 25 personas. Se desconoce su lugar de detención, pero se teme por su seguridad dado que se han recibido informes que indican que otras personas detenidas por las fuerzas armadas ugandesas han sido sometidas a brutales torturas.