Thulani Maseko era un valiente defensor de los derechos humanos, abogado y crítico del Estado que se negó a mirar hacia otro lado ante la opresión del gobierno sobre la población de Esuatini. El 21 de enero, unos desconocidos le dispararon y acabaron con su vida en su domicilio de Luyengo, en Mbabane. Las autoridades de Esuatini deben investigar el homicidio sin demora y de forma minuciosa, imparcial, independiente, transparente y eficaz, y poner a disposición judicial a toda persona presuntamente responsable. Debe garantizarse acceso a la justicia y recursos efectivos para la víctima y su familia.