Tres activistas de la oposición política están en detención prolongada sin cargos tras haber sido arrestados por el Servicio de Inteligencia y Seguridad Nacional (NISS) en Jartum, entre enero y febrero de 2017. Se los mantiene en detención porque apoyaron las protestas contra las medidas de austeridad económica en noviembre de 2016. Corren peligro de sufrir tortura y otros malos tratos.