Al aproximarse el 17 de agosto, fecha en que se celebrará en Zimbabue la 44ª cumbre ordinaria de jefes de Estado y de gobierno de la Comunidad para el Desarrollo del África Austral, el gobierno de ese país está reprimiendo de manera sistemática la disidencia. Con objeto de silenciar las voces críticas y disuadir de posibles protestas, la policía y las fuerzas de seguridad han detenido de manera arbitraria a más de 160 personas —entre activistas, miembros de partidos políticos, activistas de sindicatos estudiantiles e integrantes de la sociedad civil.