Las mujeres internamente desplazadas en el nordeste de Nigeria han sufrido a manos del ejército nigeriano violencia y abusos que constituyen crímenes de guerra y posibles
crímenes contra la humanidad. Estas mujeres reclaman justicia, rendición de cuentas y el final de estos abusos. Quieren poder alimentar a sus familias; quieren reunirse con sus esposos y otros hombres de su familia; quieren estar a salvo.