Debido al Proyecto de Urbanización de Corredores, miles de personas han sido desalojadas por la fuerza de sus hogares en la capital etíope, Adís Abeba, y en 58 ciudades y centros urbanos más de todo el país. A pesar de que los desalojos forzosos constituyen una violación grave de derechos humanos, se ha desalojado a la población residente sin auténticas consultas ni antelación suficiente y sin ninguna forma de indemnización, todas ellas consideradas salvaguardias necesarias de conformidad con el derecho internacional de los derechos humanos.