El 1 de marzo, Anacleto Micha Ndong, defensor ecuatoguineano de los derechos humanos, fue enviado a la prisión de Black Beach de Malabo en detención preventiva. Un gendarme al que había acusado de torturarlo la última vez que estuvo recluido en esa prisión, en 2023, lo había acusado de injurias. El 15 de abril, su abogado fue a visitarlo a la prisión de Black Beach, pero le dijeron que no podía verlo, porque no se encontraba allí. Desde entonces, nadie ha visto a Anacleto Micha ni ha recibido confirmación oficial de su paradero, con lo que su situación es constitutiva de desaparición forzada.