Germain Rukuki continúa en prisión tras su segunda comparecencia ante el tribunal, el 3 de abril de 2018, por varios cargos relacionados con su labor de derechos humanos. Detenido en julio de 2017 en la capital, Buyumbura, es presidente de una organización comunitaria llamada Njabutsa Tujane y empleado de la Asociación de Abogados Católicos de Burundi.