El trabajo de seguimiento y observación que durante 2019 realizó Amnistía Internacional sobre el uso de la pena de muerte en el mundo ha revelado que el número de ejecuciones de las que se tuvo noticia disminuyó ligeramente con respecto al total de 2018, lo que significa que continúa la reducción interanual que se viene registrando desde 2015 y que se ha alcanzado la cifra más baja en más de 10 años. Resulta significativo que se
haya tenido constancia de esta disminución a pesar de que Irak casi duplicó sus cifras y de que Arabia Saudí llevó a cabo el número más elevado de ejecuciones en un año dado.
Índice: ACT 50/1847/2020