El lanzamiento de proyectiles de impacto cinético y otros tipos de proyectiles contra manifestantes ha causado lesiones a miles de personas en todo el mundo —incluidas discapacidades permanentes, como la pérdida de visión en uno o en ambos ojos— y decenas de muertes. En muchos casos, los proyectiles de impacto cinético se han utilizado contra personas que se manifestaban pacíficamente, para dispersar multitudes o como instrumento de intimidación y castigo. Estos proyectiles, junto con otros tipos de armas menos letales, han causado daños físicos y psicológicos duraderos a personas que ejercían su derecho de reunión pacífica.