El ciudadano egipcio Sameh Bassiouni Abdullah Alam fue detenido el 11 de febrero en Dubai, Emiratos Árabes Unidos (EAU). En abril lo condenaron a un mes de prisión “por falsa denuncia de un delito”, pero aún no ha sido puesto en libertad. Se desconoce su paradero, y está expuesto a sufrir tortura y otros malos tratos.