El hecho de que el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, no haya entrado a valorar las investigaciones realizadas por israelíes y palestinos sobre las violaciones del derecho internacional cometidas durante el conflicto de Gaza y el sur de Israel hace poco más de un año resulta muy decepcionante y ha supuesto una oportunidad perdida para contribuir a garantizar que se rindan cuentas por los cientos de víctimas del conflicto.