Dos años después de que la muerte de Neda Agha Soltan fuera captada en un teléfono móvil y pasara a simbolizar la brutal represión ejercida por las fuerzas de seguridad tras las controvertidas elecciones presidenciales de 2009,Amnistía Internacional reitera su llamamiento a las autoridades de Irán para que pongan fin a la impunidad de los funcionarios responsables de homicidios ilegítimos, tortura y otras violaciones de derechos humanos.