Tres colaboradores de Morsi, que se encontraban recluidos en un centro militar, fueron trasladados a un lugar desconocido el 17 de diciembre por la noche. Dos más, Essam al-Haddad y Ayman Ali, siguen recluidos en régimen de incomunicación. Los cinco se encuentran detenidos arbitrariamente desde el 3 de julio, en condiciones que constituyen desaparición forzada.