El 19 de febrero de 2019, un juez ordenó dejar en libertad condicional al activista egipcio Islam Khalil. El 25 de febrero, la policía lo llevó a la comisaría de Al Santa para tramitar la orden; sin embargo, en vez de dejarlo en libertad, las autoridades lo recluyeron en régimen de incomunicación. El 10 de marzo de 2018, Islam fue sometido a desaparición forzada tras ser secuestrado por la Agencia de Seguridad Nacional. Pasó casi un año recluido arbitrariamente, por cargos falsos de “pertenencia a un grupo ilegal” y “difusión de información falsa”. Su familia cree que está muy expuesto a sufrir tortura y otros malos tratos mientras permanezca en régimen de incomunicación.