El 25 de febrero del 2000, Nurberdi Nurmamedov fue condenado a cinco años de prisión por cargos de «vandalismo». Amnistía Internacional cree que los malos tratos que se infligen de manera sistemática a los presos en Turkmenistán, y las duras condiciones de reclusión penitenciaria del país, pueden poner en peligro la vida de Nurberdi Nurmamedov.